Su director ejecutivo Les Moonves ya ha confirmado algunos nombres que ya son clásicos de ediciones anteriores: Budweiser y Bud Light, propiedad de Anheuser-Busch InBer. Pero a su vez, no ha dudado en dejar claro que nuevos anunciantes también tendrán su hueco. De hecho, "un par de chicos nuevos" están considerando comprar espacios.

Considerada como una de las grandes oportunidades para el panorama publicitario, las tarifas comerciales que se pagan en el Super Bowl están muy lejos de las cifras que traen consigo cualquier otro evento televisivo. Culpa de ello la tienen los cerca de 95 millones de telespectadores estadounidenses que la siguen cada año.
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