Problemas con la ley, declaraciones desagradables, contratos caros y pocos resultados son las razones que llevaron a
10 jugadores de la NFL a ser seleccionados por los aficionados como las
figuras más desagradables del football americano, de acuerdo con una
lista de Forbes.
Michael Vick, de los
Philadelphia Eagles, encabeza el listado, elaborado a partir de encuestas con aficionados. Al
60% le desagrada el jugador porque se ha visto involucrado en
problemas legales relacionados con el consumo de drogas y la organización de peleas de perros, lo que lo llevó a pasar
más de un año en prisión, reporta la revista especializada en negocios y finanzas.
Plaxico Burres, de los
New York Jets ocupa el
segundo lugar del listado. El jugador estuvo en prisión por posesión de armas, lo que llevó a
56% de los consultados a decir que no les agrada.

El
tercer lugar fue para
Ben Roethlisberger, de los
Pittsburgh Steelers, quien se enfrentó a problemas legales por perseguir a jóvenes en fiestas universitarias.
Roethlisberger le desagrada al
49% de los aficionados.
Los otros jugadores de la lista de
Forbes son:
Albert Haynesworth, de los
New England Patriots, quien es considerado una inversión demasiado cara y poco efectiva para el equipo de Washington, y
Jay Cutler, de los
Chicago Bears, criticado por su pobre desempeño debido a una
lesión de rodilla.
Chad Ochocinco, de los
New England Patriots, es considerado una diva;
Vince Young, de los
Philadelphia Eagles, protagonizó una polémica y dejó de ser del agrado del público porque el entrenador y el dueño del equipo tenían opiniones distintas sobre su participación en los juegos, mientras que
Carson Plamer, de los
Oakland Raiders, se hizo de mala fama por su supuesta actitud soberbia.
Tony Romo, de los
Dallas Cowboys, es un jugador amado y odiado.
Jeremy Shockey, de los
Carolina Panthers se ha caracterizado por hacer comentarios que desagradan a los aficinados, lo que lo ubica en el
lugar 10 de la lista.