Wayne Huizenga, histórico dueño del equipo de football americano de Miami aceptó vender el 50% de las acciones de su equipo al magnate de la construcción York Stephen Ross. Una vez que la NFL apruebe la operación, Ross tendrá en su poder la mitad de la franquicia, el Dolphin Stadium y los terrenos linderos con la posibilidad de ser explotados en un futuro.
Ahora Huizenga no tendrá la responsabilidad absoluta sobre el equipo. Desde 1994 era el dueño en solitario de uno de los conjuntos más populares de la liga. Pero todo cambió.
Según propias palabras de Huizenga, “siempre quise tener un socio y no puedo pensar en nadie más apropiado que Steve”. Ahora, los éxitos y los fracasos llevarán una responsabilidad repartida.