Rex Grossman fue seleccionado por el equipo de Chicago en el Draft de 2003 y llegó a la titularidad sin escalas. Tras un par de buenas temporadas, el conjunto de la Ciudad de los Vientos arribó al Súper Bowl, pero la experiencia finalizó con derrota.
Desde ese instante, Grossman no fue el mismo. El inicio de la pasada temporada lo tuvo con una ineficacia demasiado extraña para un jugador de su talla. Tras 3 partidos, T-Rex fue relegado a la banca de suplentes. Pudo volver a la titularidad para jugar 5 partidos y sus promedios se incrementaron de manera notable. Ya era tarde para los Bears, pero no para que Grossman tuviera una segunda oportunidad.
Chicago firmó con el mariscal de campo un contrato de un año, lo que evita que el jugador entre al mercado de agentes libres. El acuerdo es por u$s 3 millones, con u$s 1.5 millones garantizados.
Pero ese monto de dinero es lo único que tendrá garantizado Grossman. La titularidad ya no es exclusividad de él, sino que deberá hacerse un lugar por el que Kyle Orton y Brian Griese también estarán peleando.
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