El nombre de uno de los mayores donantes de los Dallas Cowboys es uno de los firmantes de una demanda colectiva que exige más de cinco millones de dólares por la falta de disponibilidad de asientos en el Super Bowl XLV, de acuerdo con documentos presentados el lunes en una corte de distrito estadounidense en Texas.
Los Cowboys, junto con el dueño del equipo, Jerry Jones, la NFL y entidades corporativas fueron nombradas como acusados en la demanda, junto con entidades corporativas que controlan el estadio de los Cowboys, donde los Green Bay Packers derrotaron a los Pittsburgh Steelers 31-25 el domingo.
A alrededor de 1.250 aficionados con boletos les perjudicó el fiasco de los asientos, después de que ciertas secciones del estadio de los Cowboys, que fueron agregadas en un esfuerzo por impulsar la asistencia, no estuvieron listas para el gran momento. Alrededor de 850 de los aficionados fueron reubicados en otros asientos y 400 quedaron sin plaza, dijo la NFL.
Mike Dolabi de Tarrant County, Texas, que es uno de los "fundadores" del estadio que pagó un mínimo de 100.000 dólares por su asiento para ayudar a pagar la construcción del lugar, fue uno de los demandantes en el recurso presentado. Dolabi y otros fueron asignados a "asientos con visión obstruida y sillas desplegables temporales" que "carecen de una visión razonable del 'tablero de video' del estadio", lo cual el acusado Jones y los Cowboys constantemente promocionan como una "característica casi única del estadio de los Cowboys", indica la demanda.
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