La vuelta del quarterback Brett Favre al Lambeau Field, el escenario de sus grandes triunfos como profesional con los Green Bay Packers, se convirtió en el gran centro de atención de lo que fue la octava semana de la NFL.
Porque esta vez, Favre encabezó al eterno rival de los Packers, como son los Minnesota Vikings y para nada quiso llegar en plan de villano, aunque si tuvo que actuar como verdugo, algo que tampoco lo iba a dejar feliz.
Por eso cuando concluyó el partido y los Vikings lograron una importante victoria por 38 a 26, Favre no le gustó para nada haberse convertido en el villano y mucho menos verdugo de su ex equipo, aunque disfrutó de haber podido ganar el partido.
"No puedo decir que sea la mejor situación para mi como persona y profesional, al recibir todo tipo de abucheos de los aficionados que siempre me dieron el apoyo", comentó Favre, de 40 años. "Pero también les demostré que soy el mismo de siempre, que no pierdo la concentración por mucho que me abucheen".
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