Mark Sánchez había organizado una cena anticipada en ocasión del Día de Acción de Gracias que se celebra este jueves. Invitó a todos los miembros de la organización de los New York Jets, para que departieran en su casa.
Pero después de un partido en el que cuatro de sus pases fueron interceptados y en el que New York perdió cinco balones frente a New England, el novato mariscal de campo, de ascendencia mexicana, pensó que quizás no muchos querrían asistir a la cena del lunes.
"Me sorprendió un poco la cantidad de gente que hubo, después de ese partido", dijo Sánchez, sonriente. "Esto me hizo muy feliz. Fue estupendo y significó mucho para mí".
Sánchez se percató de que, pese a los problemas recientes en el terreno, sigue siendo apreciado por el equipo.
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