Al salir de la cárcel de Oneida, en el centro del estado de New York, Burress se fundió en un abrazo con el agente Drew Rosenhaus y se estrecharon la mano. Llevaba una remera negra, pantalones cortos negros, zapatillas negras y un gorro de béisbol de los Phillies de Philadelphia.
"Es un lindo día", dijo Burress a los reporteros. "Es un lindo día para reencontrarme con mi familia". Quedó libre casi dos años después de ingresar a la prisión de mediana seguridad.Burress, quien cumplirá 34 años en agosto, planea seguir entrenándose mientras se aguarda una resolución del conflicto laboral que ha paralizado a la NFL, informó su abogado, Peter M. Frankel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario