Peyton Manning terminó con el sueño de Mark Sánchez y sus Jets, e Indianápolis disputará el Super Bowl contra los Saints, que eliminó en tiempo extra a los Minnesota Vikings, y ambos se proclamaron campeones de las conferencias Americana y Nacional, de manera respectiva.
Como un director de orquesta, Manning condujo nota por nota a sus Colts. Con tres envíos de anotación logró remontar a su equipo para imponerse 30-17 a los Jets, y compartir el título de la AFC por primera ocasión con Jim Caldwell, entrenador en jefe novato.
El cuatro veces jugador más valioso de la liga concluyó su actuación con 26 de 39 pases completos, para 377 yardas, y nuevamente hizo historia al convertirse en el primero con siete partidos de 300 yardas en postemporada, para romper el empate con Kurt Warner y Joe Montana.
En la final de la NFC, New Orleans y Minnesota ofrecieron un espectáculo no apto para cardiacos, que debió irse a la prórroga para que el pateador de Saints, Garrett Hartley, les diera el triunfo con un gol de campo de 40 yardas, y vencer 31-28 a los Vikings.
Fue un encuentro de altibajos, en el que los dos equipos empataron tres veces el marcador, en el duelo entre los números uno y dos de la conferencia.
La balanza podía inclinarse hacia cualquier bando, aunque los locales, comandados por el mariscal de campo Drew Brees, quien envió tres pases de anotación, soportaron la presión y aprovecharon los errores de los rivales, que perdieron el ovoide en cinco ocasiones y su estelar Brett Favre sufrió dos intercepciones.
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