Los Saints rompieron el maleficio y contra todos los pronósticos se llevaron el Super Bowl XLIV disputado en el Sun Life Stadium de Miami ante los Indianapolis Colts por 31 a 17.Indianapolis entendió desd el inicio del partido cómo se juegan esta clase de encuentros. Una defensiva dura y fuerte, sumado a un ataque variado y efectivo. Así fue como tomó una rápida ventaja de 10-0 en el primer cuarto.
Sin embargo, los Saints recuperaron su forma en el segundo período, para finalizar la primera mitad tan solo 4 puntos debajo gracias a dos goles de campo.
El partido cambió radicalmente a partir del inicio del tercer cuarto. Una patada de salida corta recuperada por los Saints sería el punto de quiebre en el juego. Ahí se vio lo mejor de New Orleans, de la mano de Drew Brees, que tuvo una noche fantástica y sería elegido a la postre como el mejor jugador del partido.
El partido cambió radicalmente a partir del inicio del tercer cuarto. Una patada de salida corta recuperada por los Saints sería el punto de quiebre en el juego. Ahí se vio lo mejor de New Orleans, de la mano de Drew Brees, que tuvo una noche fantástica y sería elegido a la postre como el mejor jugador del partido.
Los Saints sacaron una ventaja de 2 touchdowns con menos de 5 minutos en el reloj de juego, pero los Colts no se daban por vencidos. Con una ofensiva super veloz y efectiva (89 yardas en menos de 2 minutos) tocaban a la puerta de la anotación.Pero el pase de Manning encontró las manos de Tracy Porter que interceptó el ovoide y lo llevó hasta la zona de anotación para destar el festejo alocado. Así, New Orleans corta una racha de 43 años sin festejos y adelantó 9 días el tradicional carnaval de Bourbon Street. Se adelantó el Mardy Grass, pero por un buen motivo: los Santos vienen marchando...
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