Cuando el corredor de los New England Patriots, Kevin Faulk recibió la noticia de que no se uniformaría para el Super Bowl XLVI, su primera reacción fue volver a su cuarto y derramar algunas lágrimas.
Faulk comenzó el día sabiendo que había una probabilidad de que el partido ante los New York Giants fuera su último duelo en la NFL y de pronto se enfrentó a la realidad de observar desde la banda mientras sus compañeros jugaban en búsqueda de un anillo.
“Esa mañana cuando me dijeron que no me iba a uniformar… guau”, dijo el corredor durante una entrevista a profundidad con NESN Daily.
“Lloré un poco porque 75% por ciento de mí sabía que había una probabilidad de que este fuera mi último partido… no jugando, solo uniformado. Si me uniformaba podía haber una posibilidad de que jugara así que eso en verdad me devastó” aseguró.
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