Las ediciones de los próximos Super Bowls ya están adjudicadas a las sedes de New Orleans, New York y Glendale (Arizona), respectivamente, pero el comité de selección de la NFL ya trabaja en la búsqueda de nuevas sedes y los objetivos podrían ser Los Angeles y Londres.
Al menos eso es lo que se ha desprendido de las declaraciones que hizo el dueño de los Indianapolis Colts, Jim Irsay, durante una reunión con los periodistas que asisten a la cobertura del Super Bowl XLVI, que se disputará el próximo domingo, en la ciudad donde tiene la sede su equipo.
Mientras los puestos de promoción de la sede de New Orleans trabajan al máximo en la proyección de lo será para ellos la gran fiesta deportiva de Estados Unidos, se confía que Los Angeles para el 2016 pueda tener ya un equipo con la construcción del nuevo estadio que se contempla en el llamado proyecto Farmers Field.
New Orleans será la sede del Super Bowl XLVII, en el 2013, mientras que New York acogerá la del XLVIII y Glendale tendrá el honor de organizar la del XLIX, en el 2015, dos ciudades con climas agradables para las fechas de febrero y otra en el que el frío, como sucede en Indianápolis será protagonista.
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