martes, 5 de febrero de 2008

Super Bowl XLII: Una Fiesta Gigante

Estaba todo preparado para que los Patriots se convirtieran en un equipo de leyenda y le dieran carácter de histórica a una nueva dinastía. Sin embargo los Giants tenían otros planes y se llevaron el premio mayor.

New England Patriots es la franquicia más ganadora de los últimos años. De la mano de Tom Brady, los Pat’s se llevaron 3 Super Bowls en 7 años y se convirtieron en el rival a vencer. Esta temporada 2007/2008 los vio envueltos en una gran polémica al inicio de la campaña cuando se los acusó (y se comprobó) que filmaban las señas de los entrenadores rivales y las utilizaban durante los juegos. La NFL decidió multarlos y confiscó todo el material, pero no hubo ninguna sanción referida al puntaje.

Así construyeron una marcha imbatible que los depositó como finalistas de la Conferencia Americana. En ese juego decisivo no le dieron oportunidades a unos disminuídos Chargers y se instalaron nuevamente en la definición.


Por su parte, los New York Giants gozaron de una temporada llena de altibajos. Se clasificaron a los playoffs y accedieron a la final de la Nacional en donde debían medirse a los Green Bay Packers en Lambeau Field. En un cierre increíble, los Giants ganaron en tiempo extra y se verían las caras con los Patriots en la definición.

Así, ambos equipos llegaron al University Of Phoenix Stadium el primer fin de semana de febrero buscando hacer realidad sus sueños de campeón.

El primer cuarto gozó de 1 serie ofensiva por lado. Los Giants realizaron la primera serie ofensiva más larga en la historia del Super Bowl (9 minutos y 59 segundos) y sumaron de a 3 con un gol de campo.


Luego cedieron el balón y los Patriots se encargaron de hacer su trabajo. La defensiva experimentada de los Giants comenzaba a tomar el tiempo a Brady, pero el mariscal de campo estrella pudo más y New England tomaba ventaja de 7 a 3 gracias al touchdown de Maroney al inicio del segundo cuarto.

En el resto del segundo período y durante toda la tercera parte las defensivas fueron las estrellas. Brady sufrió uno de los castigos más importantes de su carrera siendo capturado 5 veces y golpeado otras tantas. Sus porcentajes de efectividad en este juego fueron los más bajos de toda la campaña. Umenyiora y Strahan hicieron estragos entre los liñeros defensivos de los Patriots y le hicieron la vida imposible a un Brady que no se siente cómodo fuera del bolsillo de protección.

En el último período estuvieron las emociones más importantes. Los Giants volvieron a tomar ventaja con un pase de anotación de Eli Manning a Tyree. New York tomó las riendas del marcador por 10 a 7 restando 11 minutos y 10 segundos para el cierre del partido.


Los Patriots querían su cuarto Super Bowl e igualar el record de los Miami Dolphins de 1972 comandados por Don Shula (único equipo en consagrase campeón invicto -por aquel entonces se jugaban 17 fechas, ahora son 19-). Para eso necesitaban anotar en una de sus últimas series ofensivas. La gran defensa de los Giants se mostró cansada y Brady conectó en varias oportunidades con Welker para acercarse a la zona de anotación. Finalmente el touchdown llegaría con la combinación Brady-Moss para dejar arriba en el marcador a los Pat’s a 2:45 para el cierre del partido.

Los Giants necesitaban recorrer 83 yardas en menos de 3 minutos para romper con todos los esquemas y dejar con las manos vacías a su rival. La defensiva se había esforzado al máximo y ahora era el turno del ataque. Y llegó el momento clave: con 1 minuto y 15 segundos en el reloj, Eli Manning recibió el centro de su liñero y no encontró compañía; cuando parecía que lo habían capturado, rompió dos tackles y lanzó un pase de 32 yardas en donde Tyree tomó el ovoide con una mano y lo apretó contra su cabeza para conseguir un milagroso primero y diez en la yarda 24 de New England. Apenas 3 jugadas más tarde, Manning encontró libre a Plaxico Burress sobre su esquina izquierda para poner al frente a los Giants 17 a 14.

New England vio desmoronarse toda su temporada perfecta. Con 29 segundos en el reloj, solo pudieron hacer 5 jugadas ofensivas y no consiguieron el milagro. Adiós al invicto y al sueño de campeón. Las ofensivas siguen vendiendo boletos, pero las defensivas son las que ganan los campeonatos.


Eli Manning fue elegido el Jugador más Valioso del Juego, y le dio a su familia el segundo titulo en 2 años (Payton, su hermano mayor, fue campeón la temporada pasada con los Indianápolis Colts). El Super Bowl XLII será recordado por mucho tiempo por su emoción y su dramatismo, pero por sobre todas las cosas por la leyenda que no fue. New York armó en Arizona una fiesta gigante…

» Fotos: NFL.com

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