El Texas Stadium completará su trigésimo séptima y última temporada regular como casa de los Cowboys, cuando hoy el conjunto texano reciba a los Baltimore Ravens.
Además de la importancia de conseguir un triunfo para seguir con vida hacia la clasificación a Playoffs, el equipo del magnate Jerry Jones quiere despedir con una victoria al Texas Stadium, escenario que ha tenido a jugadores inmortales en la historia del football americano.
Desde la creación del Texas Stadium se produjeron infinidad de historias fascinantes como lo que sucedió cuando Troy Aikman y Rodney Peete estaban lastimados. Ninguno jugaría. Eso dejaba al mariscal de campo número 3, Jason Garrett, superado ante el as de los Packers, Brett Favre. O por lo menos así parecía, cuando Green Bay interceptó el primer pase de Garrett.
Para el entretiempo hubo más evidencia de que Garrett se había metido en problemas, cuando los Packers estaban arriba 17 a 6. ¿Qué más se podía esperar? Lo que siguió nunca ha podido ser explicado, excepto con argumentos sobrenaturales. Garrett produjo cinco touchdowns en menos de 19 minutos de la segunda mitad. Se trata de una rúbrica que constituyó una marca de franquicia, con 36 puntos anotados en la segunda mitad. Finalizó con 311 yardas aéreas, dos touchdowns y aquella intercepción en la primera jugada del encuentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario