En sus comentarios más definitivos hasta ahora en relación a su futuro con los Dolphins, el jefe de Operaciones del equipo, Bill Parcells, declaró que tiene la intención de regresar al club al que ayudó reconstruir para pasar de ganar un solo juego en una temporada a ser los campeones de la AFC Este en la siguiente.
"Tengo más dinero del que puedo gastar", confiesa Parcells. "Mi intención es hacer lo que he estado haciendo", le dijo Parcells al periódico New York Daily News. "Creo que tendremos mucho tiempo para conocernos y estudiarnos mutuamente con el nuevo dueño. Soy muy optimista".
Parcells firmó un contrato de cuatro años en diciembre del 2007, pero una cláusula de abandono le permite irse de los Dolphins y recibir el total del remanente (alrededor de 12 millones de dólares) en caso de que el dueño Wayne Huizenga ya no maneje al equipo. La cláusula también le permite trabajar para otro equipo en la NFL, sin obligación de compensar a los Dolphins.
El desarrollador de proyectos inmobiliarios en Manhattan, Stephen Ross, finalizó su compra del 95 por ciento del equipo y del Dolphin Stadium, lo cual deja a Huizenga con solamente el 5 por ciento de las acciones y dispara la cláusula de salida en el contrato de Parcells.
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