El joven quarterback de los Browns quiere seguir adelante, luego de la conmoción cerebral que puso fin a su temporada. El episodio generó además una amplia controversia y llevó a que la NFL tomara más medidas para atender debidamente a los jugadores que sufren golpes en la cabeza.

El mariscal de campo, que no ha recibido la autorización de los médicos para entrenar desde que sufrió el golpe, se negó a responder preguntas sobre qué recuerda del incidente o de los instantes posteriores a éste.
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