El jugador de los
Chicago Bears, Sam Hurd, fue arrestado por las
autoridades federales, y su entrenador se dijo
atónito al enterarse de que el
receptor había sido acusado de tratar de establecer una
red de tráfico de drogas.
Las
acusaciones surgieron después de que el
wide receiver fue detenido con
más de medio kilogramo de cocaína en su poder.

El magistrado federal
Young Kim ordenó que
Hurd permanezca detenido, mientras los fiscales y la defensa definen los
detalles de la fianza. Luego sería enviado a
Texas para enfrentar los cargos.
Esposado,
Hurd se negó a emitir declaraciones sobre los cargos. Antes de la
audiencia, cuando se le preguntó si seguía siendo integrante de los
Bears, respondió: "
Hasta donde sé, sí". Luego, meneó la cabeza ante la pregunta de si había
hablado con alguien de su equipo.
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