Miles de aficionados salieron a las calles de Pittsburgh para ovacionar con las tradicionales toallas a los jugadores de los Steelers, campeones del Super Bowl XLIII.
Pittsburgh ganó su sexto título de la NFL, convirtiéndose en el máximo ganador de Super Bowls, tras derrotar 27-23 el pasado domingo a los Arizona Cardinals, en el Estadio Raymond James de Tampa.
El desfile lo encabezó el entrenador de los Steelers, Mike Tomlin, quien se convirtió en el más joven y segundo de raza negra en ganar un Super Bowl.
"No hay mucho que se pueda decir de lo que estamos viviendo, simplemente nos han dejado sin palabras, pero sí quiero decirles que los apreciamos por todo lo que nos han apoyado y ser los mejores del mundo", destacó Tomlin al dirigirse a la multitud. "Nación Acerera, les damos las gracias por todo y los amamos", añadió.
Por su parte el dueño del equipo, Dan Rooney, dio también las gracias a la ciudad por todo el apoyo recibido durante tantos años y dijo que están listos para hacer más historia. "Permanezcan con nosotros", destacó Rooney. "Tal vez el próximo año consigamos el séptimo título".
Los jugadores recorrieron las avenidas en camionetas y no soltaron sus inseparables cámaras para recordar el momento. El profundo Troy Polamalu fue alzado en hombros durante el desfile. Los fanáticos llegaron de diferentes estados del país para unirse al desfile en Pittsburgh, donde seis bandas locales marcharon y 150 policías controlaron las masas.
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